la bola de color rojo
Había algo en el niño que lo entristecía. Jugando y hablando con él, después de observarlo un rato, le pregunté si quería liberarse de “ esa sensación no deseada” que le daba cierta tristeza. Meciéndonos en dos hamacas de mimbre frente a la chimenea, me dijo. “pues vale” 🙂
🙂. Le invité a que se levantara y mirándole a los ojos le pregunté si se atrevía a hacer magia
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🙂 para sacar esa sensación de su cuerpo
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🙂 ¿ A quién no nos gusta la magia?
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Después de unos instantes de silencio y concentración, le dije que acercará sus manitas a su pecho y tirase de la punta del hilo imaginario que asomaba por su camiseta. No daba crédito a lo que estaba ocurriendo, empezó a poner cara de asombro, y yo también 🙂
🙂 de ver como era capaz de que su “sensación no deseada” saliera y se convertía poco a poco, nada mas y nada menos que en una bola de color rojo
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🙂 Costó un poquito porque era la primera vez y estaba aprendiendo
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🙂 No podéis imaginar como iba cambiando su cara a medida que esa sensación que le entristecía iba saliendo de su cuerpo tomando la forma de una bola roja y compacta, la cual dejamos un momento en suspensión enfrente de él a la altura de sus ojos
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🙂 Le dije que se apartara de la bola para comprobar si había algún efecto secundario, no había ni rastro de cicatrices, ni rasgaduras en su ropa, estábamos los dos alucinando
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🙂 ¡! Qué pasada ¡! ¿cómo un sensación se podía transformar en una bola de color rojo, atravesar su piel y su ropa, y no dejar ni rastro ni huella? Increible !!!
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¿Qué te apetece hacer con la bola roja, con esa “ sensación no deseada”?. “ No se” Entonces, tomé la iniciativa 🙂
🙂 y le dije que la cogiera con las dos manos, bajamos las escaleras, aparté la cortina de lino que daba a la calle empedrada, ya que él no podía hacerlo porque estaba sujetando con precisión su “sensación no deseada” , y sorteando el escalón de piedra, salimos de la casa. Nos colocamos enfrente del jazmín que recorría parte de la fachada y mirando al cielo, le pregunté: ¿te animas? ¿ le damos una patada bien fuerte?. Y eso hicimos, cogimos carrerilla, casi tropiezo de la emoción
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🙂 y la mandamos por encima de los tejados de las casas del casco antiguo de Vilafamés, perdiéndola de vista cuando sobrevolaba la torre del Castillo. Su cara empezó a cambiar, riéndonos un buen rato
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Si veis estos días una bola roja volando por vuestro cielo, no estáis FLIPANDO, es una “sensación no deseada” de un niño camino de su destino, buscando su órbita para desintegrarse 🙂
🙂Probad hacerlo estar tarde, con alguna “sensación no deseada”, es mágico
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🙂 !! deseo que tengáis una semana muy FLIPADORA !!
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